jueves, 3 de mayo de 2007

La Razón

LA RAZÓN (J. L. Prieto abril del 2007)
He leído que se abre un foro sobre LA RAZÓN. Tema que inquieta por antagónico con la espiritualidad y su contrafuerte la fe. Por ello incluyo aquí más o menos resumidamente, lo que estudié hace tiempo dada la imposibilidad de mi asistencia e intervención en dicho foro.

Introducción:

Tu, razón, ¿por que nos esclavizaste?. ¿No serás el Satán que todos llevamos dentro que nos obliga a que todo se justifique?. ¿Por que ese empeño del saber del no admitir nada que no sea algo palpable para ti?. ¿Acaso no eres la serpiente que nos tienta, la misma que ya lo hizo con nuestro padre Adán pretendiendo saber más que nuestros propio Creador? . Esa bien puede ser la justificación de la insistencia de los profetas en hacer tabula rasa o volverse como niños si pretendemos alcanzar la "gloria". ¿No es más sencilla la fe ciega y sin preguntas que la torturadora duda que no admite su irracionalidad?. ¿Acaso no es más tranquilizador seguir las enseñanzas de un Ser entregándonos a sus brazos y a sus designios a cambio de seguir sus mandamientos?. En "El Libro de los Preceptos de oro" floridamente nos viene a decir lo precario y lo equivocados que estamos cuando nos auto-alabamos y pretendemos entender y ser, si quieres o pretendes creer el camino para escuchar será el desprecio por ti mismo para conseguir el silencio y si lo logras oirás tal como nos lo asegura él áureo. Aquel que pretenda oír la voz de la Nada(del espíritu). El Sonido insonoro, y comprenderla, tiene que enterarse de la naturaleza del Dharana (perfecta concentración)...La Mente es el gran destructor de lo Real.Destruya el discípulo al destructor. Porque:Cuando su propia forma le parezca ilusoria, como al despertar, todas las formas en sueño ve; Cuando él haya cesado de oír los muchos sonidos entonces podrá discernir al UNO, al sonido interno que mata al externo;Entonces, únicamente, y no antes, abandonará la región de Asat, lo falso, para entrar en el reino de Sat, lo verdadero.

Tener razón, estar en la edad de la razón, ser racionales ser irracionales; no tener razón, estar privado de ella, etc. etc. ¿Que es la razón?. Es la forma del conocer y reconocer, sin ella no hay conocimiento. Primero, es a través de los sentidos que nos dan noticias que luego calificamos y archivamos mediante la labor cerebral usando la razón como herramienta de análisis que tras unirla a lo que aportan los recuerdos de las zonas del sentimiento placebo o doloroso con su consiguiente aprobación o rechazo sabremos lo que se nos viene encima. A la vez comparamos con antiguas experiencias ya sabidas y que si no encontramos ninguna la intentamos asimilar con las ya experimentadas. Si por último, descubrimos que es nueva entonces no sabremos que hacer con ella con lo cual nos originará desconcierto y el comienzo del miedo. pues, el desconocimiento de lo que ocurre es la causa y estos son su principal enemigo que le impide reaccionar de acuerdo con su condición de humano inteligente. Es por todo ello que no se puede conocer sin razonar lo que pretendamos saber; luego, la razón es el más importante eje en el que se apoya el conocimiento.

Durante muchos siglos, hasta el comienzo de la Edad moderna, los atributos de la razón eran atribuidos al espíritu problema que no se resuelve tampoco en el siglo XVIII el de Las Luces aunque ya sus pensadores lo tienen continuamente presente al intentar resolver los límites de lo espiritual que ahora se resuelve con cambiar la palabra espíritu y todo lo que en ella se encierra por la del cerebro del que sabemos que está capacitado para el recuerdo, la comparación y a partir de ello la deducción por lo que este maravilloso poder se dimana la matemática, y la ciencia toda incluida la versátil filosofía actual que no es más que la revisión de lo ya anunciado durante siglos a la luz de la evidencia científica.
La gran conquista del mencionado siglo de Las Luces, fue la apertura para todo el mundo del uso de esta cualidad que hasta ese momento fue limitada a la clerecía y poco más por lo que el pueblo no salía de su pereza que originaba su incultura ancestral y por ende su sometimiento a lo dicho por los poderes fácticos sin "razonar" en contrario coartando la libertad de pensamiento con todo lo que esto conlleva.
El conocimiento es el saber que occidente persigue y utiliza para ser como dioses aquí en la tierra consiguiendo el máximo de poder y bienestar, en suma la máxima felicidad occidental. Es uno de los temas principales de la filosofía de todos los tiempos. Nos dicen que viene precedido del ansia de verdad que el humano tuvo a través de todos los siglos de su existencia, y que es el resultado de lo que receptamos madurándolo en el cerebro e impregnándolo con nuestros sentimientos respecto al asunto que percibimos en cada momento. ¿Deberemos de seguir dudando de nuestro conocimiento de lo físico dado que no todo sabemos?, y, como alternativa, volcarnos en el estudio de lo que nos asegura el budismo cuando afirma que hay que tomarnos con una cierta"filosofía" las posibilidades científicas y que para salvar el escollo de esta "ignorancia de buena voluntad" más nos valdría encontrar las respuestas que nos pueden interesar que son las del conocimiento cierto de nosotros mismos basado en la introspección, lo cual, nos permitiría llegar a una nueva concepción tanto del mundo como de las personas que le habitan. Todo esto puede estar muy bien,- pero- parece lógico que los caminos que elijamos no necesiten ni de oraciones ni de autos de fe, ni de ejercicios meditativos, pues, lo que para Oriente parece ser fácil en Occidente son pocos los capaces de seguirlo consiguiendo resultados fiables y viceversa, con lo cual deberemos de incluir a doña educación como base cierta del evitar la ignorancia además de consignar un breve espacio para lo oriental.
Debemos de confiar en que lo que afirman los sabios después de un periodo de confirmación estadística. También creer en lo que nos dicen las personas que, por su categoría nos merecen toda clase de confianza sobre todo cuando hablan de cosas normales sin meterse en líos transcendentales ni en historias..
Descartes nos habla de las mentes atentas y limpias con lo cual está abriendo paso a la famosa meditación, entronizada por una correcta concentración; es como un abrir a conocimientos extra-terrenos debidos a superiores méritos adquiridos. Perfecto, pero ¿que me dicen de lo que se cuenta de muchos novelistas que "intuyeron" notables avances científicos-hoy en día aparecidos como realidades?.
Enmanuel Kant enseña que la facultad razonadora incluye el entendimiento de las cosas que nos ofrecen la experiencia de acuerdo con la regla de los cuerpos que han descubierto i siguen descubriendo los físicos y los naturalistas; de ello, su catalogación, su vinculación en su sitio correspondiente según sus categorías. Además- para Kant- las posibilidades de la razón no se quedan ahí, es capaz de saber en su conjunto todo lo que incumbe a tal o cual cosa o fenómeno con lo cual supera al conocimiento que nos da la experiencia, pues, hay cosas que esta aún no puede demostrar. Con riesgo a equivocarme creo que esta facultad de seguir con el hilo de las demostraciones a partir de lo conocido hasta pretender completar todo el saber, es lo que conocemos por deducción, de cuyas seguridades y consecuencias no tenemos certeza y, por lo tanto, debemos de ubicarlas dentro del campo de las teorías o posibilidades que lógicamente tienen menos valor que las ya demostradas.

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